A finales de 2020, en el marco de la Bilbao Bizkaia Design Week, se ponía en marcha el proyecto KIMERAvsKIMERA. Empresas asociadas a Aclima reflexionaban junto a profesionales del sector creativo sobre cómo abordar la transición ecológica, social y productiva. Una experiencia de co-creación que BiDC confía en extender a otros sectores.
23 personas han formado parte de esta primera experiencia: empresas, diseñadores, universidades, entidades, y asociaciones como EIDE, Karraskan y Wikitoki. Dando forma y facilitando el proceso ha estado el equipo de ColaBoraBora.
Entre el 19 de noviembre y el 10 de diciembre todos ellos se juntaban con dos objetivos: conocer sus diferencias y complementariedades e identificar líneas de trabajo a abordar desde la cooperación y primando el interés general.
La dualidad del término quimera -monstruo/anhelo- daba nombre al proyecto. A un lado la actual crisis ecológica, social y productiva; al otro, el deseo vehemente de vivir en un mundo sostenible en todas sus dimensiones y de contribuir a esa transición.
La propuesta de KIMERAvsKIMERA para alcanzar dicho objetivo es la hibridación entre sectores. En este caso entre los de la sostenibilidad y la ecoindustria y el cultural y el creativo. A ello les llevaba, como explica Olatz Goitia, directora de Beaz, “el rol fundamental de las industrias creativas para el desarrollo sostenible”.
2021 es el Año Internacional de la Economía Creativa para el Desarrollo Sostenible. Al declararlo, la ONU argumentaba que “la economía creativa fomenta la innovación para lograr un crecimiento y un desarrollo inclusivos, equitativos y sostenibles”. “Más que nunca, explicaban, necesitamos pensamiento creativo, innovación y búsqueda de soluciones a los desafíos que enfrentamos a diario”.
Tras esta primera edición de KIMERAvsKIMERA, la intención es seguir “fomentando el encuentro, la mezcla, los espacios en los que compartir retos e intereses”. “Los grandes retos -se escuchaba en la Bilbao Bizkaia Design Week- necesitan sociedades interdisciplinares”.
