Paul Sturrock lleva 30 años trabajando en el ámbito de la empresa, una experiencia que utiliza como mentor para asesorar a personas y organizaciones y para aprender constantemente. Con motivo del primer encuentro de la Bizkaia Mentoring Network impartió una charla en Beaz, momento que aprovechamos para hacerle esta entrevista en la que nos habla de sus impresiones sobre el mentoring y sobre su estrategia de trabajo
¿Qué le lleva a convertirse en mentor?
Mi carrera siempre ha estado vinculada al emprendimiento y a la implementación de estrategias empresariales. He trabajado como gerente, cofundador de startups, inversor, consultor… Una experiencia que hace 17 años me llevó a crear Simple Venture Design y a convertirme en mentor de personas y pequeñas y grandes organizaciones que buscan hacer crecer sus negocios.
¿En qué consiste exactamente su papel? ¿Qué le aporta?
Mi rol es ser un compañero de viaje para la persona emprendedora, un guía que le puede ayudar a desarrollar con claridad su propia estrategia de mercado y a ampliar su red de contactos. Es un trabajo interesante, en el que aprendes constantemente, estableces contactos con gente valiosa, y amplías tu experiencia. Soy una persona curiosa, me gusta participar en cosas que no haría por mí mismo y me gusta estar al día, de ahí que sea mentor.
¿Un mentor es capaz de guiar cualquier tipo de proyecto?
Personalmente busco dos cosas: que el proyecto me interese y tener enfrente a personas que quieran una ayuda real. Hay proyectos que pueden ser interesantes y tener futuro, pero si la idea no me atrae, entiendo que lo mejor es dejarla pasar. Por otro lado, de vez en cuando conoces a personas emprendedoras que lo que quieren son contactos, son gente que no está abierta a la escucha y a considerar los consejos y las ayudas que les das, en ese caso pienso que la relación no va a funcionar y prefiero no participar.
¿Hablar de mentoring es hablar de emprendimiento?
No necesariamente. En Reino Unido, donde vivo, hasta ahora el mentoring se centraba mucho en las primeras etapas del emprendimiento, pero ahora hay un gran interés por las pymes. El empleo no lo generan las grandes empresas, pero tampoco las startups, son las pymes quienes concentran la mayor tasa de empleo, por eso se está ofreciendo un servicio de mentoring a las empresas pequeñas y medianas que potencialmente pueden ser grandes. En realidad, en todas las etapas de una empresa hay personas -les llamemos o no mentoras- cuya opinión buscamos y con quien contrastamos nuestras ideas.
¿Cuál es su estrategia de trabajo?
En mi trabajo sigo un enfoque socrático, intento que el proceso de mentoring sea un proceso de exploración y de descubrimiento pragmático. Yo nunca les digo lo que tienen o no tienen que hacer, no infantilizo a los emprendedores. Desafío sus suposiciones, les hago preguntas que tienen que contestar con evidencias, les pido que me demuestren con hechos que pueden convertir su idea en un prototipo, les ayudo a diseñar experimentos y plantear hipótesis, e intento que ellos mismos descubran lo que les funciona y va a hacer crecer su idea. ¡Los mentores y mentoras que tienen éxito son grandes escépticos!
¿Por qué dar el paso de integrar una red de mentoring, como por ejemplo la Bizkaia Mentoring Network?
Toda empresa nace en un contexto que integra cultura, economía, tecnología, … Somos parte de un sistema cuyos campos están conectados. Es muy difícil ser un mentor o mentora aislado, el mentoring es un proceso participativo en el que aprender de los otros, la colaboración y la generosidad son claves. Tienes muchas más oportunidades de ayudar a las personas emprendedoras y de desarrollarte tú mismo como mentor siendo parte de una red.