La experiencia del emprendimiento tiene en nuestro entorno exponentes del máximo interés, como es el caso de Anboto, una empresa vasca que hoy se codea con las mejores de Silicon Valley y que ha sido elegida la mejor Start-up mundial en el prestigioso ranking Innovate!100, del que salieron multinacionales como Saleforce, VMware, etc. Su fundador, Xabier Uribe-Etxebarria, ofrece de primera mano las claves que, según él, son fundamentales para emprender con éxito y a escala global en el mundo de las TIC.
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Anboto, una empresa de soluciones tecnológicas que permiten la relación interactiva, fácil e inteligente de los consumidores con los ordenadores utilizando el lenguaje natural, nace de un proyecto personal de investigación durante más de diez años en el entorno de la lingüística computacional.
Ha pasado un año desde que se creó la empresa y el crecimiento está siendo exponencial. Eso es algo que no se ha producido de forma casual, ya que, además de contar con una tecnología innovadora y única en su sector, hemos conseguido formar un equipo ganador y, sobre todo, una cultura empresarial ganadora.
Yo me licencié como ingeniero técnico industrial especializado en Electrónica Industrial y más tarde como ingeniero superior en Organización. Comencé mi trayectoria profesional en una empresa industrial, pero enseguida comencé a dedicar tiempo a un proyecto muy ambicioso de I+D en el entorno de la traducción automática multilingüe y semántica. De ese proyecto nació Anboto.
Actualmente, Anboto lo constituyen cerca de veinte personas, entre ingenieros, programadores, equipo de ventas…, con una edad media que no supera los treinta años. Personalmente, me gusta estar implicado en cada proyecto y en cada nuevo movimiento de la empresa, al 200% si es posible, porque soy una persona a la que le gusta controlar hasta el último detalle de la empresa, un perfeccionista compulsivo.
Para crear una empresa es imprescindible que cada integrante del equipo sepa lo que se está haciendo y adónde se quiere llegar; en definitiva, qué objetivos tiene la empresa. Es bueno que todos tengan una mentalidad global para ser capaces de remar en la misma dirección. En una empresa como Anboto, que aún está comenzando, pero que tiene una proyección internacional tan pronunciada, es fundamental.
Para un emprendedor resulta de vital importancia la motivación en el trabajo, que, además, debe ser un tema del día a día. Sobre todo, una persona tiene que ver que los objetivos que se marca la empresa se van cumpliendo con creces. En este sentido, conviene tener en cuenta una serie de pautas, como, por ejemplo, las siguientes: prometer menos de lo que se da y, por consiguiente, cumplir lo que se promete; empatizar con los empleados y ofrecer un trato personalizado en la medida de lo posible; ser coherente, ecuánime y transparente; intentar implicarse en los problemas; y compartir los errores y reconocer lo que se hace bien.
Aunque haya momentos de trabajo duro, hay que hacer ver a la gente que eso es necesario, que se está haciendo lo correcto y que, además, será por el beneficio de todos. Es muy importante predicar con el ejemplo.
A la hora de crear una Start-up, el equipo debe ser sólido y potente. En este sentido, yo soy defensor de la teoría americana, no muy popular, frente a la europea. Esta teoría dice que, cuando un trabajador no cuenta con las cualidades suficientes, se siente desmotivado o no cree en el equipo (independientemente de sus cualidades), lo mejor es prescindir de esa persona, ya que tan importante como saber motivar a una persona y cuidar a las que aportan valor de cualquier tipo a la empresa es saber detectar a las que pueden hacer que el equipo se fracture y que la empresa fracase.
El trabajo que hacemos en Anboto tiene su base en Internet. La Red ofrece multitud de posibilidades tanto de ofertar los productos de una empresa como de llegar a un público al que no se llegaría de otra forma. Internet puede transformar lo local en internacional y rompe todas las barreras y limitaciones geográficas, temporales e incluso económicas, con lo que permite que la especialización pueda triunfar. Algo parecido a lo que hacemos nosotros con nuestros productos de e-commerce.
En Euskadi no hace tanto tiempo que hemos descubierto la importancia de Internet. Nuestro sistema económico se ha basado principalmente en el negocio del hierro, de la industria, del comercio, etc., pero no en el desarrollo y la creación de empresas de TIC. Creo que el reto está en que seamos conscientes de que Internet y empresa son dos conceptos ya inseparables y que la sociedad de la información es un hecho al que no podemos permanecer ajenos.
El 90% de las empresas de Euskadi son pymes y muchas aún no han comprendido la importancia de ser globales. Aquí nos conformamos con vender a las empresas de nuestro entorno más cercano, pero muy pocas nacen con una estrategia de mercado global. Tenemos que perder el miedo y pensar que nuestro cliente no tiene por qué estar en Bilbao, ni siquiera en Madrid o en Barcelona, sino en Tokio, Buenos Aires, Sídney, San Francisco, etc. La Web e Internet nos permiten ser globales con mucha menos inversión que la que requiere cualquier otro canal o industria, y debemos aprovecharlo.
Para alcanzar ese cambio en nuestro modelo productivo, en primer lugar debemos lograr un convencimiento generalizado en todos los estamentos empresariales, políticos y sociales de que estar a la altura en la Web es tan importante como tener una infraestructura básica de comunicación avanzada en el país.
El segundo elemento que considero importante es tomar conciencia de que la solución al cambio de modelo no puede depender en exclusiva de las ayudas públicas. Es vital fomentar un espíritu emprendedor entre los jóvenes con inquietudes empresariales y una visión de mercado global. También es necesario que el sector privado se implique tanto como la Administración en los procesos de creación de nuevas empresas, así como favorecer nuevas oportunidades de negocio impulsando el emprendimiento tanto interno como externo a la empresa.
Si conseguimos llevar a cabo estos cambios, estoy convencido de que algunos valores añadidos característicos de nuestros profesionales, como pueden ser la creatividad y el espíritu emprendedor, junto con la aparición de entornos diseñados para el fomento de las nuevas tecnologías y la innovación, van a conseguir que Internet desempeñe un papel importante en la transformación del modelo productivo en Euskadi.
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Xabier Uribe-Etxebarria (1981)
es ingeniero superior en Organización, además de ingeniero técnico industrial especializado en Electrónica Industrial por la Universidad de Deusto.
También está doctorado en Lenguaje de Procesamiento. Después de ocho años en el área de Lingüística Computacional va a Estados Unidos a completar sus estudios en el MIT y Harvard, además de comenzar el desarrollo del sistema de diálogo entre humanos y ordenadores. Allí empieza a adquirir reputación en la materia y entra como experto en el Consorcio World Wide Web para definir el futuro de la Web junto con su creador, Tim Berners-Lee.
Después de esa experiencia vuelve para fundar lo que pretende ser la empresa líder mundial en sistemas de eService basados en el motor semántico más potente del mundo.